sábado, 26 de diciembre de 2015

REUTILIZACIÓN DE KITS DE CULTIVO DE HONGOS COMESTIBLES II

Como lo prometido es deuda, en esta ocasión voy a pasar a comentar mis experiencias con la reutilización de kits de cultivo de hongos comestibles con troncos procedentes de restos de poda.

Con la llegada del invierno es común que se lleven a cabo tareas de mantenimiento en el arbolado de zonas urbanas aprovechando el parón vegetativo. Si bien es cierto que es más adecuado esperar a realizar estas tareas cuando ha pasado el periodo de heladas fuerte, desde diciembre hasta principios de marzo no resulta muy complicado encontrar maderas adecuadas para el cultivo de hongos saprófitos (descomponedores de materia orgánica) al pie de los árboles podados o en los apartaderos de residuos orgánicos, en urbanizaciones de la periferia de los núcleos urbanos.


Lo primero de todo es, como no, asegurarse de que el destino de esa madera es el vertedero (para no entrar en conflicto con nadie), y después asegurarse de que se trata de una especie apta; la más recomendable, la de chopo (Populus nigra, Populus x canadensis, o Populus alba principalmente). No debemos coger madera que lleve varios meses cortada porque es muy probable que esté siendo colonizada ya por otro hongo.

Una vez tengamos nuestro leño, escogiéndolo a ser posible entre 20-30 cm de grosor y de un mínimo de 50 cm de longitud, lo guardaremos para su posterior utilización.

Por otro lado, con una pequeña porción de sustrato infectado con el hongo, procedente del kit comercial, cultivaremos el micelio en extracto de malta agar casero (como se explicó en el anterior post), para estimular su crecimiento y aislar al hongo de otros posibles microorganismos que se hubieran instalado en el kit.

Posteriormente, pondremos a cocer trigo en grano tomando como medida aproximadamente la tercera parte del bote de mermelada vacío que vayamos a usar (al cocer dilata), teniendo cuidado de que los granos queden algo duros, sin llegar a romperse por sí solos. Una vez que se ha alcanzado esta textura, se introduce en el bote de mermelada y se le coloca una tapa con filtro de algodón y se deja al baño maría en olla a presión durante media hora.

Al día siguiente, con el bote ya a temperatura ambiente, introducimos con la ayuda de unas pinzas esterilizadas a la llama, varias porciones de micelio procedente del bote en el que lo hicimos crecer sobre extracto de malta agar casero, intentando abrir el bote con trigo por el lado contrario a nuestra respiración (para evitar contaminaciones). Para que crezca de una forma más homogénea, se puede agitar el bote cerrado para que las porciones de micelio se distribuyan mejor entre el trigo.



Tras esto, sólo queda dejar el bote en un lugar oscuro a unos 20ºC de temperatura hasta que todo el bote esté blanco por el crecimiento del hongo. El micelio llega incluso a producir primordios, pero, al menos en mis experiencias, nunca llegan a desarrollarse hasta un tamaño aprovechable.

Posteriormente, con la ayuda de un taladro, perforaremos la madera de chopo en varios puntos a una distancia máxima de 20 cm en longitud por al menos 2 lados de la troza seleccionada y a continuación, introduciremos en las perforaciones con cuidado el trigo con micelio utilizando guantes de nitrilo xa ello desinfectados con alcohol al 70%.

Una vez hayamos introducido el trigo infectado, sólo queda tapar con algo que lo contenga allí (parafilm, cinta aislante, film transparente), encerrarlo en una bolsa para evitar pérdidas de humedad, y dejarlo incubar a unos 20ºC en oscuridad.

Transcurridos unos 3 meses, el tronco estará cubierto de micelio blanco en toda su superficie, retiraremos la bolsa y lo llevaremos a un lugar iluminado, sin sol directo, y con una humedad alta (mínimo del 70%). No tardarán en aparecer las primeras setas y, aunque se consigue mucha menor producción que sobre café o paja, se mantiene durante al menos dos temporadas. 

¡Espero que haya sido de utilidad y comentéis vuestras experiencias!

viernes, 11 de diciembre de 2015

REUTILIZACIÓN DE KITS DE CULTIVO DE HONGOS COMESTIBLES I
 
Con la llegada del otoño, algunos viveros venden pequeños kits de cultivo, de champiñón y seta de ostra principalmente, en los que lo único que hay que hacer es proporcionar a la caja un espacio con claridad (sin sol directo) y con la humedad elevada para conseguir que el hongo "florezca" y nos dé nuestras propias setas.



La facilidad de manejo unida al crecimiento realmente rápido de las setas desde que comienzan a aparecer hacen de estos kits una modalidad de huerto urbano muy interesante, además de un buen reclamo para que los más pequeños se interesen por la naturaleza.



Cuando me hice con uno de estos kits, (Pleurotus citrinopileatus) me sorprendió lo poco que tardaron en aparecer las setas, sin embargo, a las pocas semanas el micelio comenzó a agotar los nutrientes que obtenía de la paja pasteurizada y dejó de producir setas, mientras se iba reduciendo.

Aprovechando que el micelio aún estaba vivo, elaboré un extracto de malta agar casero para no perder el cultivo con:

1/3 de cerveza
2/3 de agua del grifo
15 gramos por litro (aproximadamente) de agar* en escamas

*El agar se usa como gelificante en laboratorio frecuentemente y es fácil de encontrar en herbolarios a precio asequible.

Para prepararlo, se calienta en una olla hasta que hierve y se apaga el fuego. Posteriormente, cuando ha perdido temperatura, pero sigue siendo totalmente líquido, se introduce en un bote de cristal de los de mermelada hasta cubrir sólo medio cm.

La tapa del bote se perfora en el centro y se introduce un algodón a presión, dejándolo asomar ligeramente por ambos lados. De este modo existirá intercambio de gases entre el interior y el exterior del bote sin riesgo de contaminación exterior.

A continuación, se introduce el bote cerrado en la olla a presión al baño maría durante media hora y se deja enfriar y solidificar en su interior, a ser posible, esperando al día siguiente para abrirlo, ya que, si la olla sigue caliente, cuando se abra, la diferencia de presión hará que hierva el medio de cultivo.

 

Finalmente, se introduce con la ayuda de unas pinzas (previamente esterilizadas al fuego) una pequeña muestra de micelio del kit y se deja en un lugar oscuro a unos 20ºC de temperatura. Una semana después habrá crecido por la superficie del medio, y tendrá un aspecto fibroso o algodonoso y color blanquecino.

 Es posible que surjan contaminaciones de otros microorganismos en el bote, en ese caso, descartarlo y repetir el proceso es la mejor opción. Para minimizar este riesgo yo entreabro el bote siempre por el lado contrario a mi respiración y enciendo una vela a ese lado (a falta de mechero de alcohol jeje) para crear una zona más aséptica.

 


Cuando el hongo ha ocupado la superficie del medio, se extrae una porción rectangular de hongo+medio con la ayuda de un cuchillo también estéril y se introduce en una bolsa (a ser posible transparente) con un par de posos de café recientes pero fríos y desmenuzados que posteriormente se compacta un poco y se cierra. Lo ideal sería esterilizarlos, pero he comprobado que estos hongos (Pleurotus spp.) crecen suficientemente rápido como para evitar que otros microorganismos aparezcan.

Cuando los posos estén blanquecinos, ya invadidos por el hongo, se añaden unos pocos más y se va repitiendo el proceso según los coloniza el hongo. En 2 meses se puede tener una bolsa de más de un kilo llena de micelio. Cuando creamos que la cantidad es suficiente (yo espero a que pese unos 3 kg), se coloca en un lugar iluminado (sin sol directo), y algo más frío, y enseguida aparecen los primeros primordios (que serán las futuras setas), rompemos la bolsa en donde aparezcan y crecerán rápidamente.

El proceso se puede repetir indefinidamente
Próximamente publicaré otra forma de reutilizar los kits.

 
Espero que os sea útil y comentéis vuestras experiencias.
 

Bienvenidos!



Desde aquel lejano día en el que llevé dos lentejas envueltas en un algodón húmedo como a todos nos ha tocado hacer de pequeños, me dí cuenta de que eso de hacer pequeños experimentos me encantaba, y con el tiempo he ido mejorando mi técnica cultivando montones de especies de plantas y algunos hongos comestibles, aunque no todo sale, claro...

Con este blog os cuento mis experiencias y os animo a que comentéis las vuestras.